Durante 8 años formé parte del consejo de administración de AISGE (Artistas Interpretes Sociedad de Gestión). Salí de dicho Consejo de Administración tras unas elecciones precedidas de una bochornosa campaña electoral durante la que se dijeron muchas barbaridades sobre nosotros.
Pasé años tratando de que las acusaciones que se vertieron durante aquellas elecciones, y que llegaron a la profesión, se rectificaran. Básicamente que el nuevo Consejo de administración, presidido por Assumpta Serna que tenía acceso a todos los papeles de la entidad y por lo tanto a la verdad, desmintiera las acusaciones concretas que sufrí en relación a enriquecimientos ilícitos, robos, uso del dinero de la entidad en beneficio propio y de conocer y amparar los acuerdos firmados por el entonces Director General Julián Grimau Muñoz.
No hubo manera, no contestaron siquiera a mis cartas.
Años más tarde, la actual presidenta de dicha entidad, ante mi insistencia, "hace justicia" mandándome la carta que se puede leer a continuación en este mismo BLOG.
Finalmente del primer juicio contra la AIE, el que ganó AISGE, la entidad atraves de su página WEB recoge entre otras cosas:
"El magistrado del juzgado madrileño corrobora, a lo largo de las 27 páginas de su sentencia, que aquellos contratos se realizaron “sin poder” y que, en consecuencia, deben considerarse “inexistentes”. La sentencia refrenda que "...en ningún acta del Consejo de Administración de AISGE hay autorización a Julián Grimau para negociar con AIE ni se ratifica acuerdo alguno". El juez incluso repasa todas las Memorias corporativas anuales de AISGE para constatar que no hay alusión alguna a los papeles de AIE y que "...aquellos acuerdos se realizaron a espaldas de los órganos de gobierno de la entidad que hoy preside Pilar Bardem".
Ambos hechos, el reconocimiento escrito por parte de AISGE de que yo NO me lucre en el ejercicio de mi cargo y la sentencia del juez que demuestra que, por mi parte, no había ni conocimiento ni manera de que yo conociera los acuerdos secretos del anterior director General, deberían haber sido comunicados a los socios de AISGE con la misma intensidad y con los mismos medios que se utilizaron para convencerles de lo contrario.
No olvidemos que todo lo anterior condicionó radicalmente el sentido del voto de los socios en aquellas elecciónes.
La carta exculpatoria, de haber sido remitida a los socios de AISGE, podría haber ayudado a limpiar, someramente, mi nombre ante una profesión que tuvo que escuchar que yo me había lucrado en el ejercicio de mi cargo. Hubiera sido de justicia.
Pasé años tratando de que las acusaciones que se vertieron durante aquellas elecciones, y que llegaron a la profesión, se rectificaran. Básicamente que el nuevo Consejo de administración, presidido por Assumpta Serna que tenía acceso a todos los papeles de la entidad y por lo tanto a la verdad, desmintiera las acusaciones concretas que sufrí en relación a enriquecimientos ilícitos, robos, uso del dinero de la entidad en beneficio propio y de conocer y amparar los acuerdos firmados por el entonces Director General Julián Grimau Muñoz.
No hubo manera, no contestaron siquiera a mis cartas.
Años más tarde, la actual presidenta de dicha entidad, ante mi insistencia, "hace justicia" mandándome la carta que se puede leer a continuación en este mismo BLOG.
Finalmente del primer juicio contra la AIE, el que ganó AISGE, la entidad atraves de su página WEB recoge entre otras cosas:
"El magistrado del juzgado madrileño corrobora, a lo largo de las 27 páginas de su sentencia, que aquellos contratos se realizaron “sin poder” y que, en consecuencia, deben considerarse “inexistentes”. La sentencia refrenda que "...en ningún acta del Consejo de Administración de AISGE hay autorización a Julián Grimau para negociar con AIE ni se ratifica acuerdo alguno". El juez incluso repasa todas las Memorias corporativas anuales de AISGE para constatar que no hay alusión alguna a los papeles de AIE y que "...aquellos acuerdos se realizaron a espaldas de los órganos de gobierno de la entidad que hoy preside Pilar Bardem".
Ambos hechos, el reconocimiento escrito por parte de AISGE de que yo NO me lucre en el ejercicio de mi cargo y la sentencia del juez que demuestra que, por mi parte, no había ni conocimiento ni manera de que yo conociera los acuerdos secretos del anterior director General, deberían haber sido comunicados a los socios de AISGE con la misma intensidad y con los mismos medios que se utilizaron para convencerles de lo contrario.
No olvidemos que todo lo anterior condicionó radicalmente el sentido del voto de los socios en aquellas elecciónes.
La carta exculpatoria, de haber sido remitida a los socios de AISGE, podría haber ayudado a limpiar, someramente, mi nombre ante una profesión que tuvo que escuchar que yo me había lucrado en el ejercicio de mi cargo. Hubiera sido de justicia.
El Consejo de administración, como queda reflejado en la propia carta, rechaza dicha posibilidad y "Me deja" que sea yo el que la haga publica por mis propios medios. Aqui está. Que cada cual saque sus propias conclusiones.
Patxi Barco